sábado, 19 de mayo de 2012

El coco de los bailarines: El Arabesque (1 de 3)



El arabesque es quizá la pose por excelencia de la Danza Clásica. Su ejecución combina fuerza, equilibrio, resistencia y al mismo tiempo delicadeza y elegancia. En la técnica representa uno de los ejercicios básicos de la clase y se aprende desde el primer grado de estudio.

Todo bailarín sueña con el arabesque perfecto, pero, ¿qué hay detrás de esta hermosa pose? En esta entrada (que he dividido en tres partes)** analizaremos la anatomía del arabesque, los errores más comunes en su ejecución, algunos ejercicios de fortalecimiento para mejorarlo, el papel de los órganos internos en su correcta ejecución, así como algunos trucos y curiosidades acerca de esta pose.

La articulación de la cadera

Los movimientos de la articulación de la cadera son mucho más limitados de lo que parece. El movimiento de cadera puro hacia adelante se limita a unos 60 grados (flexión); el lateral a 40 grados (abducción); y hacia atrás a 15 grados (extensión). Después de este punto, la pelvis, y por lo tanto la espina, entran en movimiento.Naturalmente, el entrenamiento aumentará el límite de movimiento de esta articulación, pero no tanto como pudiera suponerse sin involucrar la basculación de la pelvis y los ajustes vertebrales en la espina.

En el arabesque, la extensión de la cadera se limita, entre paréntesis, por los ligamentos de la articulación coxofemoral y después el movimiento ocurre en la espina. Si el cuerpo se mantiene erecto, la curva lumbar aumenta grandemente -peligrosamente en su parte inferior, donde la tensión recae sobre las coyunturas sacro-ilíaca y sacro-lumbar-, pero si el cuerpo se inclina ligeramente hacia adelante y el pecho se eleva en el área torácica, esta espina se aplasta tanto como en una curvatura hacia atrás (como en la foto de arriba). Esta posición supone no tanto movimiento como ajuste vértebra sobre vértebra. En el "grand arabesque" se añade una rotación externa de cadera, una anteversión de la pelvis y una rotación sobre la cadera opuesta para dar la ilusión de mayor extensión.

En la técnica, el arabesque sale de un tendú detrás y al ir elevando la altura de la pierna se presenta una basculación de la pelvis (anteversión pélvica) de unos 10 grados -que es el máximo permitido en la técnica-. A partir de este punto se puede seguir elevando la pierna aumentando la anteversión pélvica hasta 90 grados siempre y cuando la espalda se mantenga lo más alta posible (como en la foto de arriba).

¿Y cómo se logra eso?

Lo primero que se debe tener en consideración es proporcionar al bailarín ejercicios de fortalecimiento y extensión para la espalda, de esta manera, se tendrá una espalda fuerte y se previenen lesiones por esfuerzos excesivos como la lumbalgia.

A continuación se muestran tres videos con algunos ejercicios que pueden realizarse fácilmente en casa:














Es importante combinar estos ejercicios con series de abdominales, siempre relajar la espalda al final (posición de 'rezo oriental') y trabajar de acuerdo con las posibilidades de cada persona.


**Te invito a echar un vistazo a las siguientes dos entradas para conocer más sobre el arabesque


Referencias:

"Anatomía para el Movimiento. Introducción al análisis de las técnicas corporales" Blandine Clais-Germain. Ed. La Liebre de Marzo. Barcelona, 1994

"ABC de Danza Clásica. Primeros tres años de enseñanza de la escuela rusa" Nadieshda Pavlovna Bazarova, Varvara Pavlovna Mey. Ed. Escenología AC. México, 2000

"Anatomía y Ballet" Celia Sparger. Ed. Editorial Nacional de Cuba. La Habana, 1965


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